miércoles, 17 de septiembre de 2025

CUIDARNOS O DESCUIDARNOS

Oímos que consumir ciertos alimentos y bebidas pueden perjudicar nuestra salud, y así es; pero olvidamos que somos nosotros quienes deterioramos nuestro organismo al consumir dichas "sutancias". Si nos paramos a observar, sucede lo mismo en el ámbito de las relaciones. Decimos: "Cierta persona me cae mal y me quita energía o me infravarola o me maltrata, y así es; pero eludimos que somos nosotros quienes nos quitamos energía, nos infravaloramos y nos maltratamos al sostener esas relaciones tóxicas". Lo que elegimos comer, beber, ver, escuchar, las relaciones que establecemos y, sobre todo, sostenemos... son medios a través de los que nos cuidamos o nos descuidamos, menguamos o crecemos. Con ellos, podemos intoxicarnos o podemos nutrirnos. Si en un ejercicio de honestidad, valoramos qué cosas y relaciones le damos (nosotros) a nuestro cuerpo y a nuestra alma, comprenderemos (con claridad quizá dolorosa pero reveladora) una de las razones principales (si no la principal) de por qué nos sentimos como nos sentimos. Eludir nuestra responsabilidad es fácil y cómodo, pero autodestructivo: nos condena a sufrir bajo la sombra de la reflexión y la impotencia. No nos hagamos eso. Y recordemos: "Las cosas que amamos nos dicen quienes somos".

lunes, 1 de septiembre de 2025

MICROVALIDACIONES (LOS PEQUEÑOS GESTOS QUE TRANSFORMAN RELACIONES)

Una vez leí: "Cuando tu pareja justifica su frialdad con que no sabe lo que quiere, en el fondo sabe perfectamente lo que no quiere: "A ti". Esa frase me dejó "rumiando". Pienso que quien te regala su tiempo, te regala su vida... Esos cafés con escucha, una visita express, una llamada en el descanso del trabajo, un "buenos días", un ¿cómo estás?. Detalles que delatan el cariño y el aprecio de quien los pone en marcha. Y es simple... lo hace porque le nace, porque estás en su lista de prioridades y de personas a cuidar, a querer. Un minuto puede llegar a ser suficiente para hacerte saber que eres importante para él o ella, incluso unos segundos bastarán si están cargados de buenos sentimientos, para dejar una huella imborrable en tí. Porque al final de todo: "Somos aquello que hacemos sentir a los demás". No se trata de decir: “te amo” a cada momento, ni de ser extremadamente "empalagoso". Pero cuando una persona realmente te ama, te demuestra su cariño en las pequeñas cosas. ¿A quién no le agrada un mensaje que diga: “Hoy pasó esto y pensé en ti”. Un mensaje inesperado mientras estás sumergido en tu trabajo y que de repente, te devuelve a la vida. Esas pequeñas muestras de cariño que simbolizan amor, que implican vida. Y sobre todo, esa persona si te quiere; te acompaña... Sin forzar, porque cuando el lugar es tuyo, te lo dan. Y como decía Frida Kahlo: "Porque si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero".

viernes, 30 de mayo de 2025

PERMEABILIDAD SELECTIVA

Tras una separación de pareja, después de una ruptura sentimental, uno experimentará cierta inestabilidad afectiva, pues la mayoría de las relaciones consolidadas llevan implícitas una carga emocional. Uno se protege, se amuralla, levanta defensas, construye un muro, a veces altísimo, para que no nos vuelvan a dañar. Y sí, nos protege, pero también nos aísla. Dentro de esa fortaleza interna uno está a salvo pero corre el riesgo se verse solo. Una sensación de aislamiento te invade y se genera una dificultad para vincularse, para confiar. No se trata de derrumbar las defensas que construímos pero tampoco es quedarse encerrados para siempre. "Sentirse solo no es lo mismo que sentirse aislado..." Tenemos que aprender que podemos movernos por el mundo con todo lo que hemos aprendido, con otra antena, con una intuición más afinada, con un corazón que elige con más cuidado, pero lo más importante, que todavía puede elegir. La Biología tiene un término para eso: "Permeabilidad selectiva". Ni tan abiertos ni tan cerrados. Adaptarse sin desaparecer, porque sobrevivir fue necesario dentro del castillo, pero vivir fuera, también lo es.

sábado, 19 de abril de 2025

LA ATRACCIÓN

Para crear una relación íntima con otra persona, nos tiene que atraer. Nos tiene que gustar lo que vemos, lo que escuchamos, lo que la otra persona es... No todo, pero nos tiene que gustar. La atracción genera intimidad e intimar con alguien, requiere; apertura, confianza, vínculo afectivo, comunicación, experiencias compartidas, proyectos en común y el deseo de crecer juntos... Este deseo, no tiene que ser necesariamente físico. Puede atraer su manera de hacer las cosas, su pensamiento, su corazón. De hecho, existen varios tipos de atracción. La atracción siempre facilitará la conexión con el otro y motivará el interés en éste. Si esto sucede, la atracción aumentará. Por lo tanto, se abren las puertas para que pueda darse una relación íntima y un proyecto en común. Existen varios tipos de atracción: Atracción romántica: Es el amor en su máxima expresión, pues provoca deseo de proximidad, afecto, admiración y pasión. Atracción sexual: Es la más carnal, despierta el deseo de un mayor contacto físico y por lo tanto: sexual. Atracción de amistad: Se aleja de la sexual y de la romántica, uno busca compartir otra forma, otras cosas lejos del componente de la libido. Atracción sentimental: Se trata de personas que despiertan intensos sentimientos, aunque no de carácter romántico ni sexual. Atracción intelectual: Está relacionada con el deseo de conocer a alguien a quien le parece inteligente e interesante, que puede aportar un gran conocimiento gracias a su cultura. Atracción estética: En este caso, el otro genera admiración por su estilo, su aspecto o su forma de expresarse. Este tipo de atracciones es lo que llamamos: "química" (atracción que sienten dos personas que se sienten mutuamente). Por tanto, se puede decir que para que dos personas intenten comenzar una relación, tiene que haber atracción entre ellos.

lunes, 27 de mayo de 2024

AMOR VS MIEDO

Dicen que lo contrario al amor no es el odio, sino el miedo. Todos tenemos "nuestros miedos", y es natural sentirlos, sin embargo, tenemos que tener claro, que el miedo simplemente es una representación de algo que no podemos comprender y en sí, un instinto de supervivencia. Si elegimos para nuestras decisiones el camino del "miedo", para evitar sufrir, lo que haremos es alimentar y engrandecer ese sentimiento. Afortunadamente también es natural al ser humano, sentir amor. Si elegimos transitar los caminos con amor, aún sintiendo miedo, nos daremos cuenta de que "el amor es más grande que el miedo". Como decía Chavela Vargas: "Ama sin medida, sin límite, sin complejo, sin permiso, sin coraje, sin consejo, sin duda, sin precio, sin cura, sin nada. No tengas miedo de amar, verterás lágrimas con amor o sin él".

EL AMOR Y LA CONFIANZA

¿Es posible amar sin confianza? En el idealismo, el amor no podría existir sin la confianza, pero en la práctica, el amor puede sobrevivir sin la confianza. Cuando ayudamos a una persona mayor a cruzar una calle, cuando le cedemos el asiento a una persona que lo necesita o cuando contribuimos dando unas monedas a quien nos lo pide, estamos obrando con amor, pero eso no significa que confiemos en los demás. Es importante saber que ambos conceptos son totalmente distintos, aunque bien es cierto, que están muy relacionados. El amor es una emoción profunda que nos permite conectar con los demás (y con nosotros mismos), bajo el afecto. La confianza, es la esperanza de que el otro actuará de forma ética, responsable, manteniendo los compromisos pactados con nosotros. Ahora bien, si hablamos de relaciones de pareja, ambos conceptos tendrían que fusionarse. Sin confianza por ambas partes, la relación no puede ser profunda ni sólida. En los términos de John Gottman (piscólogo experto en relaciones de pareja), la confianza no es un concepto vago, sino un conjunto de conductas, creencias o emociones que nos hacen estar dispuestos a modificar nuestro propio comportamiento con el fin de hacer sentir mejor a nuestro compañero o compañera. Siempre he pensado que las relaciones de parejas sanas son para mejorarnos el uno al otro, para llegar con dos cuerpos allá donde uno solo no puede. Y para que esto pueda lograrse, no podemos excluir la confianza. Para que una relación funcione, no basta con amar al otro, necesitamos sentir aquello que estamos dispuestos a dar: honestidad, compromiso, lealtad, respeto y comunicación (confianza). De ahí, la importancia de cuidarla bien y mucho. Si esta se desintegra, la relación se adentraría en el mundo de las dudas, la sospecha, la inestabilidad, los celos... y es importante saber, que al igual que a una persona, a la relación; lo que más la debilita y propicia el desequilibrio emocional y psicológico es precisamente, la falta de bases seguras, de apegos basados en una concordancia que se nutre de la confianza. Por ello, nadie puede caminar junto a alguien sin la certeza de que no fallará a los “pactos” que se hacen cuando deciden trascender juntos el camino del amor. Porque la pareja no es sólo el presente, sino aquello en lo que llegará a convertirse en el futuro, y para eso, se necesita amalgamar el amor y la confianza

miércoles, 8 de noviembre de 2023

AMOR Y REDES SOCIALES

Hoy día, parece que resulta más cómodo vivir y establecer vínculos en el “mundo virtual”. Ese que permite esconder (de cara al otro), nuestros miedos e inseguridades, pues quedan al otro lado de la pantalla, mostrando así, sólo aquello que queremos enseñar. Respecto a las relaciones personales, cada vez estamos más conectados desde el universo implícito. Nos comunicamos mucho y transmitimos poco, buscamos la inmediatez y nos preocupamos más en retransmitir (que no transmitir), que en experimentar. Y es que las redes sociales facilitan la interacción y la comunicación, pero pueden generar falsas expectativas. En el ámbito de las relaciones de pareja, las redes sociales han permitido el despegue de fantasías, deseos y expectativas que cada persona busca en la otra, sin el añadido de la presión social. Tienen el poder de iniciar un vínculo, pero también de poder ser destruido (en muchas ocasiones, potencia los celos y la desconfianza). En la situación del encuentro con el otro y la posibilidad de brotar una relación de pareja, las redes sociales nos invitan a mostrar la parte que nos hace sentir más seguros (imágenes de felicidad), ocultando nuestra parte más vulnerable, siendo esta más difícil de camuflar en un encuentro “real”. Evitamos así, ser “desnudados” ante la exposición con el otro y ocultamos nuestras “sombras”. Salir de la “zona de confort” no suele ser agradable. Desde esa zona, tenemos la posibilidad de vender nuestro “Yo ideal” en un mercado donde las palabras se cuelan desde todos los ángulos posibles y en cantidades interminables, y esto, tiene una mayor fuerza, un mayor alcance y una gran influencia sobre el comprador. Obviamos, que es el cuerpo el que posee uno de los lenguajes más representativos y relevantes. Tan relevante que desde una cercanía física, seremos capaces de identificar si hemos sido atraídos; desde una mirada, un olor, una voz, el contacto... imanes que nos van a seducir desde la autenticidad. Además, en esa búsqueda, vamos a tantear que el otro comparta características similares a las nuestras, y se anula así, el verdadero encuentro con el amor y con el otro en un escenario auténtico. Pues el amor requiere aceptar las diferencias, trabajar los conflictos y las inseguridades. Es decir, precisa correr riesgos sin olvidar la forma de amarse así mismos, y todo ello, solo puede ocurrir desde una realidad física. Aunque no todo es negativo, también desde una red social el sentimiento de una relación “online” puede ser auténtico, positivo e intenso. Quiere decir que se puede encontrar el amor en una red social. Lo que es imposible es “enamorarse por completo” por Internet, ya que lo único que puede existir en “primera instancia”, es una sensación de comprensión y apoyo mutuo. Cuando nos regalamos la “presencia física” con quien hemos conectado para emprender una relación, debemos tener claro que es desde la existencia física donde descubriremos si coexisten dos pilares fundamentales para poder navegar en una relación de pareja: “la atracción física y psicológica”.

lunes, 6 de noviembre de 2023

RELACIÓN TÓXICA: EL DOMINANTE Y EL SUMISO

Una relación tóxica es aquella donde ambas partes o una de ellas, al menos, son incapaces (por alguna razón), de evitar hacerse daño. Este tipo de vínculos, tienen muchas características, pero una de las más importantes es la "dependencia emocional". Por ejemplo, la persona que adopta el papel de sumisa, siempre le dará la razón a quien la maltrata (dominante). Incluso llega a justificarle y le dará la razón para evitar el abandono. Por su parte, el dominante necesita al sumiso para autoafirmarse. De hecho, si la parte sumisa decide apartarse, el dominante sacará todo su "arsenal de seducción" para que vuelva al redil. ¿Qué es el dominante sin el sumiso? Pues nada! Es importante destacar, que el dominante siempre necesitará establecer una relación sin límites, pues le conviene... Pero al mismo tiempo, fuerza que su propio compromiso sí que muestre dichos límites. En otras palabras, quiere emplear la "Ley del Embudo" (situación en la que predomina el más fuerte, sólo por el hecho de tener la fuerza y no la razón. Los fuertes dominan, tienen el lado ancho, bueno, del embudo y los débiles pierden; les toca el lado estrecho y malo del embudo). Volviendo al tipo de relación que se crea entre estos perfiles, se genera una dinámica de fuertes emociones, no existe la serenidad, la estabilidad, el respeto, sino una atmósfera de enfados, manipulación y reconciliaciones intensas (normalmente basadas en el sexo). Todo ello, nos arrastrará a una gran inestabilidad que deteriora nuestra propia vida. Sumergidos en este mar de inestabilidad, si tomamos conciencia de que no es amor sano; "¿qué podemos hacer?" Lo más indicado es alejarse de todo aquello que nos daña. Acercarnos a un soporte emocional estable que nos acompañe en el proceso de "desintoxicación", e incluso, pedir ayuda profesional. Una vez ahí, en la distancia, es importante cuestionarse: "¿Cómo me vinculo con el otro? ¿Desde dónde lo hago?

domingo, 10 de septiembre de 2023

EL FIN DE LAS RELACIONES DESPUÉS DE LAS VACACIONES

Leí hace unos días (llevo tiempo ojeando y oyendo sobre ello), que muchas relaciones ponen el "punto final" a su vínculo, tras el final de las vacaciones de verano. Florecen discrepancias o tensiones acumuladas que guardamos durante las tres estaciones restantes. En mi opinión, creo que en una relación de pareja, afrontar crisis no es, necesariamente, un síntoma de "desnutrición" del vínculo. Pero la relación comienza a debilitarse si esas crisis conducen a un empobrecimiento de la unión, es decir, si no las afrontamos con madurez. De ser así, tarde o temprano la relación se agotará, si el afrontamiento de las dificultades conduce a la frustración, la incomunicación y el bloqueo permanentes. ¿Cuál es la clave para que esto no suceda? Sin duda alguna, la comunicación. Pero sobre todo, una "comunicación consciente", donde brille la flexibilidad, la armonía y el equilibrio. Para ello, debemos posicionarnos en un estado equilibrado de empatía, para tener en cuenta las necesidades, pensamientos y sentires del otro. Tambien es cierto que uno puede poner todo de su parte para superar todos los desajustes y cocrear una relación más sinérgica y transformadora; pero, si el otro se resiste porque quizá no tenga el foco puesto donde nosotros lo tenemos, debemos plantearnos hasta cuándo estamos dispuestos a seguir pedaleando en solitario. Cuando pasamos mucho tiempo juntos, la convivencia nos desnuda y es ahí, cuando el otro puede desilusionarse al encontrarnos a nosotros en lugar de la imagen que tan cuidadosamente habíamos fabricado (muy a menudo, también nos había idealizado). Y viceversa. Ese desengaño es imprescindible para relacionarse con autenticidad. Una autenticidad que necesita de: "El trípode de la intimidad", compuesto por; Amor, Atracción y Confianza. Y como cualquier trípode, necesita que sus tres patas sean firmes, porque de lo contrario, cualquier pata que se afloje, hará que el trípode se desmonore. La pareja es tu aliado, no tu enemigo. La rutina diaria, las discusiones y el estrés pueden empujarnos a estar siempre a la defensiva, pero si hay una elección "voluntaria" en la vida, es la de con qué tipo de persona queremos transitar por el mundo. Tenemos pareja para sentirnos queridos, cuidados y apoyados... ¿Qué más se necesita?

sábado, 19 de agosto de 2023

UN AÑO PAPÁ... QUÉ RÁPIDO... EL TIEMPO VUELA SOBRE NOSOTROS, PERO DEJA ATRÁS SU SOMBRA.

No sabía si volver a escribirte o dejar que las cosas sigan su curso natural... pero son tantas emociones, sentimientos, pensamientos que navegan por mis vasos sanguíneos, que era mejor buscarles una salida. El tiempo es como el alcohol, ayuda a desinfectar la herida, pero no la cicatriza. Y llevar una cicatriz es transportar tu recuerdo... es maravilloso, porque me abraza y me grita que se siente orgulloso del gran padre que fuiste y tuve. Debo reconocer que cuando partiste, me disfracé de invidente e inventé un carnaval fuera de mis pupilas. Conseguí huir... Es extraño como a veces necesitamos del dolor para abrir nuestras puertas. Y más extraño es, como la muerte nos une mucho más a quien no está y amamos. Esta foto es bastante simbólica, nunca sentí que me soltaras la mano, lo echo de menos, te echo de menos padre, pero estás muy adentro y eso me da paz. Dijo Nietzsche: "Si miras fijamente al abismo, el abismo te devuelve la mirada". Y yo podría decir: "Si miras fijamente al cielo, el cielo te devuelve la mirada". Y hoy miro al cielo y puedo picarle el ojo cómplice.