jueves, 24 de febrero de 2022

NO EXISTE LA PAREJA PERFECTA, EXISTE LA PAREJA CONSCIENTE

Cuando uno decide elegir pareja no sólo elige lo que le gusta de esa persona, también la parte que no. Al elegir pareja no sólo es conveniente observar lo que nos gusta, lo que tenemos en común... sino todo aquello que viene en el "pack completo". El otro es como es, con todo el derecho a serlo y compartiremos también la parte que no brilla de esa persona como nos gustaría. Elegir a una persona para embarcarnos en el "viaje de pareja", requiere aceptar sus luces y sus sombras. Acompañarla, respetarla, cuidarla... Y desde ese "podium" podemos trabajar para idear una pareja consciente, a lo que personalmente, llamaría: "pareja perfecta". En definitiva, para que las relaciones sean "perfectas", no basta con un sentimiento intenso del amor, hay que elaborarlo con ingredientes tan importantes como la honestidad, la lealtad, la integridad y la fidelidad. Una vez esté "hirviendo en el caldero", para que obtenga un buen sabor, sería recomendable complementarlo con especias como; el apoyo, la comunicación, la intimidad, la admiración... Es por ello, que la pareja perfecta es una pareja que se trabaja conscientemente.

LA IMPORTANCIA DE LA ATRACCIÓN FÍSICA Y EL DESEO EN LAS RELACIONES DE PAREJA

Sabemos que toda relación de pareja se sostiene firme, si abrillantamos las patas de su base: el compromiso, la lealtad, la comunicación, el respeto, la admiración, el deseo, la atracción física y psicológica. Pero si nos adentramos en la madriguera de dos personas que ya han transitado juntas un tiempo prolongado el mundo de la relación de pareja, puede que uno de los miembros (o los dos), ya no sientan atracción física por el otro. Los neuroquímicos de la atracción y el deseo, al cabo del tiempo, al igual que pasa cuando alguien consume drogas (tabaco, alcohol, psicofármacos), durante una larga temporada, llega a la tolerancia. En las relaciones, cuando la "cascada química" desciende, son muchas las personas que lo interpretan como una pérdida de amor y suelen buscar fuera de la relación, la misma droga. Sin ser conscientes de que sólo están cambiando de "camello". La atracción física y el deseo liberan dopamina, serotonina y oxitocina, por ello, cuando estamos con la persona amada, nos sentimos excitados, llenos de energía y felices. Nuestra percepción de la vida puede llegar a ser maravillosa y esta situación es "tremendamente adictiva", ya que el refuerzo que obtenemos por estar con la persona que amamos, nos hace querer repetir la experiencia. Sucede que el ser humano, cuando llega a habituarse a algo o a alguien, necesita de una dosis más alta para seguir generando las mismas sensaciones. De ahí, la importancia de trabajar de forma sana, la atracción sexual con su pareja, ya que puede derivar en una idealización por la misma que haga que nos sumerjamos en lo que se denomina en Psicología: “Amor Romántico” (esos mitos de la media naranja, entre otros). La atracción física y el deseo tienen que estar presentes de una manera regular para que la misma se mantenga en el tiempo y haga que las dos personas que la conforman, se sientan felices, estables y cómodos. Además de que esta relación les hará crecer como individuos y como dupla. "¿Cómo trabajar la atracción y el deseo en la pareja?" .Comunicación: una buena comunicación incluye también la actividad sexual. Es importante hablar sobre el sexo y durante la práctica de este. .Mantener una actitud activa: hay personas que mantienen una actitud de pasividad y esperan que sea la pareja quien tome la iniciativa. Los dos han de mostrarse activos, incluso "compitiendo" para ver quien sorprende a quien. .Imaginación: la rutina es el peor enemigo de la vida sexual de una pareja, pues lleva a la insatisfacción. Cambiar de lugar para practicar el sexo en diferentes posturas, provocar a la pareja, explorar nuevas experiencias, juegos... .Espontaneidad: La provocación forma parte de la espontaneidad, como buscar la diversidad... .Tiempo adecuado para los preliminares: Hay que dedicar el tiempo a los juegos antes de llegar al orgasmo, pues en muchas ocasiones no se alcanza porque el estado de excitación no es el adecuado. Las caricias, los besos, el sexo oral, masajes... pueden ser de gran utilidad. Ya lo decía Severo Ochoa: "El amor es física y química".