lunes, 6 de junio de 2022

"AMAR O ENAMORARSE"

Todos nos hemos enamorado y también hemos amado. Inconscientemente no hemos sabido la diferencia y quizá, de ahí, salgan algunas dudas de porqué hemos "fracasado". Estar enamorado no es amar. Amar es un sentimiento y estar enamorado es una pasión. Una pasión que, neurológicamente anula nuestro raciocinio y que hace que idealicemos a la persona que tenemos frente a nosotros. La diferencia, es que la pasión es una emoción intensa, fuerte, pero fugaz. Hay que entender esto muy bien para poder diferenciar el enamoramiento del amor. Amar quizá no tenga la intensidad de la pasión, pero sí tiene la profundidad de la que el enamoramiento carece. Esa profundidad es capaz de aportar estabilidad al vínculo de pareja, porque cuando se ama, se hace con los "pies en la tierra" (se produce de manera consciente). Siempre se ha oído, que estar enamorado es "vivir en las nubes". En esta fase, nos dejamos llevar por la corriente para satisfacer impulsos y deseos. No razonamos, no pensamos... Sin entrar en excesivos tecnicismos; enamorarse es una reacción psicofisiológica producida de forma instintiva por un estímulo. Es algo impulsivo, reactivo, intenso, pero con fecha de caducidad vencida. No olvidemos, que una compañera o un compañero de vida, no se elige desde la pasión, sino desde el amor. ¿Por qué? La teoría triangular del amor (Robert Sternberg), propone tres componentes esenciales para un amor sano y consciente: intimidad, compromiso y pasión. .Intimidad: Proporciona la cercanía entre las personas que componen una relación y dará lugar a la conexión emocional, el afecto y la confianza. .Compromiso: Es una decisión. Querer estar juntos y tener una visión compartida del futuro. Desear la construcción de un proyecto. .Pasión: La energía y la excitación que existe en la pareja. El impulso y la necesidad de estar con el otro desde la elección, no desde la necesidad. En resumen; "estar enamorado y amar son dos cosas maravillosas". Y personalmente: "Te deseo que disfrutes de ambas y sobre todo, que no las confundas". Como dijo Erich Fromm:"Comenzamos a amar cuando dejamos de estar enamorados."

COMPARTIR

En cada instante que compartimos con los nuestros: padres, hijos, parejas, amistades... dejamos un trozo de nosotros en ellos. ¿Y qué es lo mejor que podemos compartir con los demás? Nuestra esencia, nuestro amor... No podemos olvidar que somos aquello que hacemos sentir a los demás. Ese será nuestro mejor legado. Como canta Residente: "Somos solidarios por naturaleza, por eso cuando yo bostezo, tú bostezas".

LA MENTIRA

Nos guste o no, todos hemos mentido y hemos sido "engañados". En la Psicología de la mentira, esta es parte de las relaciones humanas… pero no podemos olvidar que las personas que usan este “mecanismo” constantemente, se mienten a sí mismas. ¿Por qué se miente? Según estudios psicológicos (Psicología del comportamiento) se miente: Por no querer hacer daño a otros: excusa para justificar la mentira que se va a decir. No permitiendo al otro decidir qué hacer con la verdad. Por querer obtener beneficios: otro pretexto para conseguir una imagen que queremos dar a los demás, para mostrar algo que realmente no tenemos o en el peor de los casos; no somos. Para hacer daño: personas manipuladoras que mienten con el objetivo de que los demás hagan lo que ellos quieren o con el simple afán de hacer daño. La persona que lleva la mentira en su ADN o que miente porque es incapaz de asumir la realidad con todas sus consecuencias, cree que se tiene más que ganar con la mentira que con decir la verdad. Mantener una mentira genera ansiedad y estrés, pues necesitas reinventarte para mantener algo que no es cierto. La realidad, es que la mentira es como un veneno que nos enferma… una carcoma que te devora por dentro. Al final, te hace huir de aquellas personas a las que has mentido, porque impide que puedas mirarlos a los ojos con tranquilidad en tu interior. Genera ansiedad ante aquellos con los que fuiste desleal, porque temes sus preguntas (meterán el dedo en la llaga). No se puede llegar a la cima más alta de la paz interior, cuando no somos capaces de ser honestos con los demás ni con nosotros mismos. Sin embargo, ser íntegros, honestos, leales, nos hará libres. Sentir la paz, la tranquilidad de poder mirar a alguien a los ojos sabiendo que uno es transparente; no tiene precio. Como dijo Charles Bukowski: "Si lograste engañar a una persona, no quiere decir que sea tonta, quiere decir que confiaba en ti más de lo que merecías". Y como me gusta confiar en los demás, me gustaría que siempre me dijeran la verdad aunque me duela. Suele doler una vez, la mentira quedará en el recuerdo y con la mentira no vamos a fabricar ningún vínculo maduro y consciente.