jueves, 2 de marzo de 2023

¿UN CLAVO SACA A OTRO CLAVO?

Cuando una relación termina, el dolor puede ser intenso y profundo. Para evitar ese vacío, hay quienes se embarcan en un nuevo vínculo de forma inminente. Iniciar una nueva relación como quien busca un analgésico para el dolor, no siempre es lo más acertado, pues estaríamos anestesiando el síntoma pero no la causa. Cambiar de pareja de golpe, implica no detenerse a analizar lo que está pasando en nuestro mundo interno. Observar la herida, asumir la distancia, el hueco al otro lado de la cama y, sobre todo, en nuestro corazón, nos ayudará a tomar conciencia y cuestionarnos si trascender el duelo o "lanzarnos en otros brazos", es la forma de sobrellevar las pérdidas y generar aprendizaje relacional para experiencias futuras. Queda claro, sin duda, que no hay nada mejor que volver a iniciar una relación estable y madura, después de "transitar el desierto". No sería sano empezar una nueva relación en el mismo punto en que acabó la historia anterior, porque es importante saber que si bien es cierto que nadie es insustituible, lo que no somos es intercambiables. Dicho esto, no significa, que se pueda dar la posibilidad de que, "un clavo saque a otro clavo". Existen situaciones en las que se pueda dar la tesitura, y aunque el inicio no sea el ideal (porque emocionalmente estaremos evitando gestionar el dolor de la ruptura anterior), exista una compenetración auténtica y real con otra persona, y que, todo ello, de paso con el tiempo a convertirse en una relación sana y nutrida. Queda claro, por tanto, que como todo en la vida, hay muchos matices, pero, aún con ello, sería recomendable resolver nuestro pasado antes de comenzar algo nuevo, ya que, sólo se puede pasar página realmente, cuando la anterior “se ha leído conscientemente” y no necesitamos volver a ella. Como reza Walter Riso: "Un clavo no siempre saca a otro clavo, a veces los dos se quedan dentro".

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