jueves, 9 de septiembre de 2010

EL HOMBRE…¿UN SER RACIONAL?

Después de pasar una tarde de este veraniego tiempo en la playa, acariciando la arena, jugando con mi “pequeña gran mujer” de siete años y mi sobrino, a quien le acompañan los mismos añitos de vida, nos disponíamos a regresar a casa, eso sí, una vez pasados por el “grifo” que arrastra los últimos granitos de arena, y conseguir así, no llevarlos a casa. No quiero hablar de lo incómodo que resulta andar por ésta pisando arena…
Una vez cogimos la dirección que nos llevaría a nuestro hogar, mi hija, gran amante de todo animal que se mueva (y no), junto a Daniel, así se llama el hijo de mi hermano, se dirigían a una terraza donde asomaba la cabeza un perro. Un Labrador, que no paraba de mover el rabo en cuanto percibió que los dos niños se acercaban. Estuvieron acariciando su cabeza durante unos segundos, hubo reciprocidad, una sensación mutua, y digo mutua, porque hasta el propio perro se levanto de su cómoda posición para entregarse a las caricias de las pequeñas manos.
Al instante, salió el “amo” del perro, y para mi sorpresa, sin decir palabra, acompañado de un gesto hostil con su cabeza, obligó al animal a abandonar la terraza, y así, renunciar a lo que estaba surgiendo. Sujetó la puerta y miró al animal con cara de enfado, cediéndo éste a su bienestar para “obedecer y cumplir” la orden impuesta. Fue como un intercambio de papeles, el hombre transformado en animal irracional y el perro, en un animal con raciocinio. Despojando a los niños de estar en contacto con el perro y a los viandantes de disfrutar con su mirada, de algo maravilloso, un “trueque” de cariño. ¿De un contacto interpersonal?
Cuando el perro fue sometido a la orden de su amo, el hombre, (por llamarlo de una manera) parecía regocijarse de su forma de actuar. Los niños, se quedaron sin poder seguir mostrando lo que sentían y el perro…lo propio. Mientras el propietario del cachorro, apoyaba sus brazos en la barandilla de su terraza mirando al frente, sin mediar palabra con los niños, sin darles una explicación para calmar sus inquietudes al sentirse “huecos” por no despedirse del “chucho”.
Me cuesta entender cómo las personas “podemos” llegar a comportarnos con el instinto animal más primitivo y descontrolado.
Recuerdo cuando estudiaba la asignatura de Historia, que los aztecas antes de la invasión española de 1519 se aseguraban los alimentos y los bienes necesarios para vivir a través de relaciones de reciprocidad y redistribución. Existía la práctica de la solidaridad y ayuda mutua entre los miembros de la comunidad. Colaboraban entre sí a cultivar y a cosechar.
La redistribución, consistía en el cobro de fuertes tributos en productos y en trabajo, eran contabilizados para determinar en qué zonas sobraban o faltaban alimentos, para luego distribuirlos en las poblaciones más necesitadas. Esto confirma el “espíritu comunitario” de los pueblos aborígenes americanos. Vivían en armonía con su ambiente, usaban de la naturaleza lo que ocupaban, en fin, “convivían” hasta que llegaron los hombres evolucionados…
El ser evolucionado (supuestamente), ese ser, que si dejara de creerse superior al resto y recordara desde su humildad más profunda ("Cuando bebas agua, recuerda la fuente") que también es un animal, el mundo volvería a su equilibrio.
Muchas, son las veces que me cuestiono si dando rienda suelta a nuestro instito más animal aprenderíamos a respetar el territorio ajeno, el respeto a otras especies, otras culturas, a no gastar lo que no necesitamos…a ser más nosotros mismos.

4 comentarios:

Doamna care plânge dijo...

Hay gente asi .. N haya nada mas lindo ke brindar cariño a un animal ..
Un beso

Javier dijo...

Hola Alex. Estaba esperando una nueva entrada tuya y, como ya viene siento habitual, no me ha defraudado.
Después de leer tu artículo, me pregunto, ¿qué porcentaje de sensibilidad va en los genes de cada uno y cuanto queda a la educación y a lo que aprendemos del contorno? Me gusta pensar que una gran parte, no sé cuánto, es producto de nuestra educación. Ese hombre, si vió a los niños, no los tuvo en cuenta, no le importaron.
Alguna vez, he visto adultos que, con niños de la mano, hablan de ellos en tercera persona. Es que mi hijo es ruin, muy ruin, y el niño trasteando a su lado, probablemente acostumbrado a oir hablar de ese "fantasma" al que su padre/madre critica. Y tengo que reconocer también, que yo mismo, en más de una ocasión, habré actuado así, sin tener en cuenta que ese pequeño o pequeña que está a mi lado es un ser humano "presente", que escucha, ve y aprende lo que decimos, mostramos y enseñamos.
La paternidad...un trabajo de chinos...
Gracias Alex.

Namaskar dijo...

Muy buena entrada, FELICIDADES mi querido AMIGO!!!!
Después del verano, tiempo vacacional en que ”se nos permite” el disfrute de un tiempo de valor incalculable para el descanso y RE-encuentro con nuestros “pequeños”, uno se da cuenta, aprecia y valora la riqueza y amplitud de la Educación y experiencias que aportamos y que nos rodean.
Aunque no debiera ser así, es en esta dedicación casi exclusiva a ellos (nuestros hijos), a nosotros, a lo que hay y al qué y como sucede a nuestro alrededor,… cuando más lo evaluamos y lo sometemos incluso a examen implicándonos de una manera más activa al caer en la cuenta de la repercusión de cada detalle.

La escena que tú aquí describes Ale, nos hace reflexionar y nos da como resultado un “pendiente de aprobar” acerca de la forma en QUÉ y COMO se están forjando los pilares y cimientos de ese “proyecto” de “personas” que son nuestros hijos, y así con muchos otros escenarios en que estamos y se esta desenvolviendo la trama de VIVIR la vida, la nuestra y por tanto también la de ellos.
GRACIAS Ale, por hacemos conscientes de que los niños aprenden mucho más de las cosas QUE VEN y se ven expuestos a vivir de forma espontánea y” no preparada” (en casa, en la calle…), que de las cosas que les decimos y en cierta manera programamos y condicionamos. Nosotros los adultos y la sociedad en que convivimos, somos sus principales transmisores de hábitos, normas, valores, reglas de RESPETO Y CONVIVENCIA… y lo que nos vean practicar en nosotros, y entre nosotros, es lo que en ellos se va a inculcar y de lo que van a aprender y por tanto lo que van a IMITAR. Ojala fuéramos conscientes de que ejercemos muchísimo poder sobre nuestros hijos y niños. Lo que tu hija y tu sobrino respiraron no fueron precisamente valores de solidaridad, honradez, sencillez, justicia, tolerancia…. Querido Amigo, a mi también me cuesta entender como dices en tu escrito, como las personas “podemos” llegar a comportarnos con el instinto animal más primitivo y descontrolado… buffff Ale, si cada uno de nosotros dedicara 5,min. a hacer ese examen de conciencia sobre lo que aquí hablas y actuáramos en consecuencia… sería sin duda un cambio inmensamente grande hacia un mundo mejor!! Entonces, estimado amigo, sería cuando bajo mi humilde opinión y me incluyo por supuesto, podríamos considerarnos hombres verdaderamente (y no supuestamente!!!) EVOLUCIONADOS…
Te incluyo un mensaje que me impactó y que nos hace darnos cuenta Ale, que nuestros hijos y los niños que nos rodean están más atentos a lo que HACEMOS que a los que DECIMOS:
“Cuando creías que yo NO estaba mirando, te vi. colgar en la pared mi primer dibujo y me fui corriendo a hacerte otro
Cuando creías que yo NO estaba mirando.
te vi llorar y aprendí que hay cosas que hacen daño pero que está bien llorar.
Cuando creías que yo NO estaba mirando,
te vi como preparabas mis postres favoritos y entendí que las cosas pequeñas son los las que dan color a la vida.
Cuando creías que yo NO estaba mirando,
te vi poner comida a nuestro perrito y aprendí que hay que cuidar a los animales.
Cuando creías que yo NO estaba mirando,
sentí que me dabas un beso de buenas noches y me sentí protegido y querido.
Cuando creías que yo NO estaba mirando,
vi como dedicabas tiempo y dinero a los que más lo necesitaban y aprendí la
importancia de la solidaridad.
Cuando creías que yo NO estaba mirando,
observé el cuidado que tenías de las cosas y de nosotros y aprendí que hay
que valorar aquello que se nos ha dado.
Cuando creías que yo NO estaba mirando,
aprendí lo más importante, cómo ser una buena persona y cómo decir mucho con sólo una sonrisa.
GRACIAS POR TODO AQUELLO QUE ME ENSEÑASTE CUANDO CREÍAS QUE NO ESTABA MIRANDO”. (sigue)

Namaskar dijo...

(continuacion)... Aprovecho y te lo dedico a modo de gratitud Pepito Grillo,...GRACIAS POR TODO AQUELLO QUE ME ENSEÑASTE CUANDO CREIAS QUE NO ESTABA MIRANDOTE AMIGO!!! Bufff Ale, con cada reflexión y aportación que haces, me despiertas un poquito más el alma capullo!!! Me encantó tu artículo!! No dejas de sorprenderme... es muy muy bueno Ale.
Ale, con tu permiso, te dejo el mejor de los anuncios que emitió la TV., para que nos sirva aun más de reflexión a esto que aquí tú nos cuentas. Me encantaría que AQUEL hombre tuviera la oportunidad de leer tu Artículo, y que cada cual buscara dentro de sí, en sus actos porque seguro que muchos quizás no seamos ni conscientes de la repercusión de nuestros actos en el mundo que aún esta por venir…http://www.youtube.com/watch?v=D1wuvD4IWKs.
Un besin mucho más que GRANDE!!! ;)