martes, 23 de febrero de 2021

ENAMORARSE

Enamorarte es encontrarte a ti mismo "reflejado" en el otro. Es una expresión insuperable del amor. Cuando ocurre, deben darse tres elementos fundamentales: "La admiración, la atracción física y psicológica, y la necesidad de compartir el tiempo juntos". Y sobre todo, aprender en compañía que "amar", es mucho más real, transformador y duradero que el propio "amor".

¿PERDONAR UNA DESLEALTAD?

En una conversación, hablábamos sobre las mentiras, infidelidades y traiciones. Me preguntaron si yo sería capaz de volver a confiar en alguien que hubiese sido desleal conmigo. Es una respuesta muy personal, pues cada uno tiene la respuesta en sí mismo (autoconcepto - constructos teóricos). Personalmente, opino que para sanar una herida emocional de esa índole, hay que mirarla de frente, tomarte tu tiempo, abrazarla... Y esa sanación no llega por lamernos las heridas y confiar (ciegamente) en los otros otra vez, sino por empezar a confiar en uno mismo, en nuestra capacidad para estar (sin autoengaños), alineados con nuestros valores, entre los cuales han de estar siempre: el autocuidado y el autorrespeto. Cuanto menos nos engañamos respecto a nuestras intenciones, menos pueden los demás engañarnos respecto a las suyas. Comprometerse con un propósito que dé sentido a tu vida y poner el foco en aquello que deseas, es clave para que el problema de la desconfianza se disuelva. Solo así, atraerás a los tuyos sin esfuerzo y soltarás sin desgarro a quienes vibran en otra sintonía.

domingo, 7 de febrero de 2021

EMPEZAR DE NUEVO Y NO OTRA VEZ

Cuando la vida nos empuja hacia el ojo del huracán, ningún frente parece llevarnos a puerto seguro. Todos los caminos son destruidos por la fuerza de las olas. Y ocurre, que no aparece esa energía para nadar contra la corriente que cada día cambia de dirección. ¿Qué podemos hacer entonces? Entonces, no queda otra que esperar a que pase todo. Que la noche se haga día... Divorciarse de todas las estrategias mentales, de las exigencias, porque no es sano tomar una decisión cuando uno está en un caos interno. Respirar, poner el freno, delegar, apoyarse en quien sabe apoyarte (respetando tu momento), y sobre todo, observar... Contemplar lo insignificante que somos ante la ola que pasa por encima de nosotros y se lleva todo. Demostrádonos que nada nos pertenece, lo vulnerable que llegamos a ser. Una vez todo se vuelva "barro", cada cosa empieza a reubicarse. Comienzas a ver las cosas con otros ojos, con otra mirada... desde otro prisma. El aprendizaje comienza a generar acción. Empiezas a elegir de nuevo... A decidir de nuevo... A empezar de nuevo... A mirar todo de nuevo... A sentir todo de nuevo... Pero no otra vez, sino de nuevo... nunca desde el mismo punto. Porque los nuevos vientos nos invitan a terminar la partida que quedó en el tablero. Con otra estrategia: "la experiencia". Esa herramienta maravillosa para construir todo de nuevo, porque como dicen por ahí: "No es lo mismo, pero es igual".