Estoy hecho de carne, emociones y sentimientos… Hay una parte de mí
que es etérea y algunas veces el oleaje de mi alma me dirige hacia actos
y palabras que tienen la naturaleza del elemento del fuego. Ese fuego
alcanza con su llama a algunas almas delicadas y se queman, sufriendo
por mis actos y palabras.
Sólo me queda pedir disculpas a quien pueda “carbonizar”.
Sólo me queda pedir disculpas a quien pueda “carbonizar”.