domingo, 13 de enero de 2013

SUJETARSE



Ayer mientras compartía un café, me hicieron una pregunta jamás cuestionada.
-¿Te aburre la vida?
-No, me sujeto a la vida. No quiero caer por un precipicio por un exceso de velocidad. Si me gusta tanto la vida es para seguir viviéndola.

martes, 1 de enero de 2013

SACARLE BRILLO AL PRESENTE



Una vez transcurridas estas fechas y justo después de pasar la Nochebuena, sin  adentrarnos en el 2013, viví unos días acampado en el nuevo año sin haberme comido las uvas. El ambiente invitaba a adentrarse en un tiempo aún sin existir. Los mensajes como:"te deseo lo mejor para el 2013”, “que tengas un buen año”… Inducían a respirar  en un periodo que no había transcurrido. Era como la película: "Regreso al futuro", donde Marty McFly, un adolescente estadounidense de los años ochenta, es enviado accidentalmente al  2015, en una "máquina del tiempo", para solucionar un problema con la ley que tendrá uno de sus futuros hijos.
La mayoría de los mortales nos instalamos con frecuencia en el futuro. Planeamos nuestro próximo encuentro, nuestro próximo viaje, nuestro próximo ascenso… y a menudo la corriente del futuro nos arrastra tan deprisa que sin querer, descuidamos el presente.
Estamos tan enfrascados proyectando el mañana que no aprovechamos lo que nos está pasando hoy, y así, viviendo en el fututo, perdemos las oportunidades que nos ofrece la vida con su día a día. Y sucede, que transcurridos los años, si pensamos en nuestra existencia comprobaremos que ha pasado sin darnos cuenta…que la flor ha podido marchitarse por no regarla en su debido momento.
La inconsciencia suele dominar nuestra cotidianidad. Actuamos y vivimos de forma casi automática, sin pensar demasiado (no siempre) en lo que hacemos y lo que considero más nocivo para nuestra salud, muchas veces, no somos conscientes de nuestros estados emocionales.
Las filosofías orientales desde hace mucho, hablan de vivir el aquí y el ahora, de conectar con ese presente tan lejano. Según el Budismo, la insatisfacción que sentimos las personas nace del anhelo o de la ansiedad por lo que ha de llegar a nuestras vidas.
Todo lo que hayamos ido depositando en nuestra existencia en el pasado o todo lo que podamos fantasear de nuestro futuro es hoy, tan sólo, un recuerdo o una fantasía apenas y, como tales, para bien o para mal, no existen en la realidad tangible. El mundo real, es sólo el presente y es el único cierto.
Cuando hablo de exprimir el presente, hago mención a vivir cada instante y cada experiencia sin anticiparnos, sin condicionantes, sin miedos. Proyectarnos en el futuro sin habitar en él, sería perdernos en una quimera, y con el pasado hacer las paces, para dejar de recurrir a él buscando justificaciones y excusas.
El presente es el resultado de todo lo que hemos vivido y es siempre nuestro mejor momento, porque es el único momento sobre el que podemos actuar. Para empezar a disfrutar de nuestra existencia, sería recomendable percatarse de que las dificultades que nos acercan a un futuro que no existe, son intangibles. Empezar a lidiar con el presente, porque también vale la pena, el padecer, la tristeza y el dolor.
Vale la pena insistir, crear, reinventarse, fracasar, empezar de nuevo, destruir para construir y sobre todo compartir. Vale la pena vivir, aquí y ahora, sin postergaciones.
No quiero despedirme sin antes mencionar a quien para mí, es un maestro de las letras, Joaquín Sabina, en una de sus grandes citas donde hace referencia a este tema: “La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse”.