miércoles, 29 de marzo de 2017

ACEPTAR

"Lo que niegas, te somete; lo que aceptas, te transforma”.
La aceptación es la antesala de la paz y desde allí, comienza a atisbarse el horizonte del amor.

miércoles, 22 de marzo de 2017

MARKETING

Cuando algo es maravilloso no necesita "marketing".

miércoles, 15 de marzo de 2017

VIVIR O EXISTIR

Hay quien vive y hay quien existe...

miércoles, 8 de marzo de 2017

PERDER NUESTRO CENTRO



Cuando subes a un avión, siempre una amable azafata explica las medidas de seguridad antes de despegar. Comunica que en caso de una pérdida de presión en la cabina, se abrirán automáticamente los compartimentos situados encima de los asientos. Si esto ocurriese, debes tirar fuertemente de la máscara, colocártela sobre la nariz y la boca, y respirar normal. Asegurarte de tener tu máscara ajustada antes de ayudar a otros pasajeros.
Lo más importante de este mensaje es entender que primero tienes que ponerte tu máscara, porque nadie va a poder ponértela tan bien como tú, y porque si cada pasajero se dedica a ponérsela al vecino, lo único que puede pasar es que acabemos todos asfixiados.
Aunque este protocolo es habitual dentro de un avión, a veces nos olvidamos de hacerlo en nuestra propia vida. Queremos ponerle la máscara a todos los que están a nuestro alrededor, incluso a veces, solo para contentarlos, y no nos damos cuenta de que con tanto trabajo se nos va desajustando la nuestra, y nos puede empezar a faltar el aire.
La idea central de estas letras es que tú eres la persona más importante, y que por tanto deberías tratarte como tal. Luego están las personas más considerables de tu vida, y son aquellas que su tiempo (lo más valioso), te lo entregan sin intercambio.
Para dedicarles lo que ellos te dan (tiempo), queda claro que tu máscara debe estar bien ajustada, sólo así, puedes apoyarlas y disfrutarlas en plenitud. Sobra argumentar que cuando uno respira en plétora, goza de todo lo que desea hacer.
Ahora bien, hay quienes no se han sumergido en su mundo interno y no han descubierto que las verdaderas riquezas están ahí, y se vuelven “adictos” a lo externo: trabajo, dinero, sexo, drogas…
Si por ejemplo, eres adepto al trabajo y tu vida gira alrededor de este, es una evidencia clara de que estás lejos de tu centro. Todo aquello que nos aleje de nuestra naturaleza nos hará daño.
Recuerdo una conversación donde tuve el placer de cenar con el lama tibetano Tulku Lobsang, que nos decía que teníamos que desprendernos de todo aquello que nos quita felicidad para estar conectados con nuestra propia naturaleza.
Eso requiere un trabajo interno, realizar autocrítica, y a veces, dar un paso atrás para observar y darnos cuenta de quienes son los ladrones de nuestra paz. Interpreto que de esta forma, podremos coger el timón de nuestro barco y navegar con rumbo. De lo contrario, el océano es demasiado grande para encontrarnos en él.






martes, 7 de marzo de 2017

SER FELIZ

He entendido que para ser feliz, no hay que pedirle permiso a nadie...

jueves, 2 de marzo de 2017

CADA PAREJA UN MAESTRO

Una pareja se puede separar bien, cuando aquellos que la formaron salen más enriquecidos de lo que entraron.
El resentimiento es el principal obstáculo que hay que sortear para "terminar bien". Se genera cuando creemos que alguien nos pertenece. Creemos que el otro está obligado a amarnos, incluso si alguna vez lo hizo, y de repente un dia deja de hacerlo, seguiremos creyendo vehemente que nos corresponde ser amados hoy, porque ayer lo fuimos. No podemos generarle al otro una deuda de amor, porque ahí es donde crece el resentimiento.
¿Sentir tristeza? Sí, por supuesto. Pero no podemos enfadarnos porque no nos han quitado nada que nos correspondiera.
Deberíamos estar agradecidos por el tiempo compartido y por el amor que en su día recibimos. Al fin y al cabo, el otro es un maestro maravilloso.