domingo, 7 de agosto de 2011

DESEAR…QUERER

“No siempre se desea exactamente lo mejor, lo que tenemos que tener claro, es si realmente deseamos todo lo que queremos, o si queremos todo lo que viene con lo que hemos deseado”.
Si analizamos con precisión esta reflexión, desde mi punto de vista, uno debería abrir sus puertas, no sólo a la persona o cosa con la que aspira compartir u obtener (en el caso de los objetos), sino a todo lo que le rodea y lo que ello conlleva.
No hace mucho, tras una pequeña conversación en la que tuve la suerte de estar presente, y digo suerte, porque me encanta ser partícipe de estos “paliques”, se infiltró de forma prolífica, la importancia que atesoraban los hijos que llegaban a una nueva relación establecida por parte de uno de sus progenitores, es decir, un vínculo cutáneo al ascendente.
Una vez pusimos final al momento creado, abandoné el lugar centrifugando lo que cada uno había aportado, respetando cada punto de vista, pero llevándolo a un análisis inherente y extrayendo mi propio colofón.
Jorge Bucay, en uno de sus libros, expone que los hijos son una prolongación nuestra y como tal, implica “un cierto compromiso de por vida”. Desde que soy padre, soy consciente (y cada día más) que un hijo, supone una responsabilidad titánica.
Uno de los partícipes en la mencionada conversación, expuso que los hijos crecían y que él velaba por su bienestar. De esa forma, los que “colgaban” de su espalda, estarían bien. No le quito razón, pero desde mi modesta opinión, comparto “a medias” esa filosofía. Es cierto, uno debería sentirse bien para que los demás (en este caso, nuestros hijos) puedan percibirnos de la manera más adecuada. A todas estas, me “opongo sin imponerme”, porque me cuestiono quién no se levantaría después de una noche de aflicción y desesperanza, magullado hasta los huesos y haría lo que fuese necesario para alimentar a sus hijos.
El poeta José María Pemán decía: “un hijo es una pregunta que le hacemos al destino”, partiendo de esa base, sus destinos también son responsabilidad nuestra, porque según Bucay implican un compromiso de por vida. Como apéndices nuestros, los sentiremos así hasta que los adelantemos con paso largo camino hacia el cielo. Duele verlos sufrir “por nada”, incluso en un momento de dolor exiguo, te das cuenta de que los amas tanto como a ti mismo, o más.
En su destino, nosotros, los padres, rellenamos hojas en sus vidas, algunos lo harán sin darse cuenta que se están dejando tinta, hablo de aquellos padres que por circunstancias ajenas a mi razón, se desentienden del tesoro más valioso. Estarás de acuerdo o no, pero hasta que alcancen una edad y sobre todo pase un tiempo determinado, los hijos son las bisagras de todas nuestras puertas, tanto para abrir, como para cerrar.
Finalizo añadiendo una frase de Marco Aurelio (emperador romano) en la película “Gladiator”: “Tus defectos como hijo, son mis fracasos como padre”.

4 comentarios:

Lorena Navarro dijo...

Cuando uno AMA, esas "pequeñas" responsabilidades no deberían ser sentidas como una "carga". Afortunadamente, puedo describir en primera persona ese sentimiento como una de las más bellas ilusiones que colman mi vida, como un pequeño revuelo, que aparece entre cierta calma y que despierta la sonrisa de quienes amo ¿qué más se puede pedir?.. Cierto es, que por otro lado, creo que encontrar el equilibrio entre "sentirse bien para que los hijos nos perciban de la forma más adecuada" y "luchar a destajo" por un hijo, supongo, debe ser tarea ardua, aunque mi balanza no duda en inclinarse hacia el lado de quien sería mi descendiente. No me cabe la menor duda, que quienes se sienten como padres (lo sean biológicamente o no), rellenarán más que hojas de sus vidas, serán partícipes de sus experiencias, de sus alegrías y tristezas, de sus emociones, sentimientos... en definitiva SERÁN PARTE DE SUS VIDAS (¿Qué más es VIVIR?). Entendiendo esa existencia un SENTIMIENTO MUTUO que ACOMPAÑA a lo largo del camino de cada uno... Gracias por esas frases que mencionas de los distintos autores, me han encantado, que mayor responsabilidad que pensar: "que tus defectos como hijo, son mis errores como padre"... Un besazo más que Enorme, pequeño Friki ;)

Anónimo dijo...

Tío esto no mola, de vez en cuando me suelo pasear por algunos de los comentarios que voy dejando para ver si hay réplica, y no hay nada, veo que lo solías hacer muy al principio, dicho esto tengo que decir que me encanta cambiar puntos de vista que soy de las personas que clavan pupilas cuando está hablando con otra persona cara a cara, que le gusta el contacto, etc. Ahora con las nuevas tecnologías (que ya no son tan nuevas) el contacto es sólo escrito, pero no me quiero desviar del tema, me gustaría saber lo que piensas en algunos de los comentarios que a veces te dejan, por que hay algunos que son dignos de discusión, no me entiendas mal, (la gente suele ser muy literal con lo que a veces decimos, parece que solo haya un definición para cada palabra) Bueno Alex aquí te dejo una vez mas una de mis gotas para este arroyo tuyo.

Kayomi dijo...

Las nuevas tecnologías, incluyen: móviles, emails,mensajes privados...otros medios para seguir hablando y decirnos las cosas cara a cara como personas si tanto defendemos serlo y no aprovecharnos de los espacios públicos como facebook, blogger...etc para dejar a los demás en evidencia, parece que es la nueva tendencia social. Lo más fácil es firmar con anónimos. ¿Inseguridad, envidia, celos?. Parece que algo de eso hay...y podría seguir...
Mi interés particular era copiar y pegar lo último que te puse en Teldeactualidad, Álex, pero ya no lo encuentro y lo borré. Y en fin, me encontré con éste comentario y aunque sé que no es de mi incumbencia, no he podido evitar en responder y poner lo que pienso. ¡Qué triste es la soledad!. Por supuesto en tu libertad está en publicarlo o no. ¡Un besazo capu!

Anónimo dijo...

Me he quedao muerta!!! no era mi intención dejar a nadie en evidencia, creo que lo que comenté el 27 de agosto se ha mal interpretado o yo me expliqué mal, siento Kayomi que te hayas visto en la necesidad de comentarlo por que te hayas sentido ofendida. Sólo ha sido mi humilde opinión. Todavía estoy pensando y releyendo, que es lo que ha ofendido tanto; inseguridad, envidia, celos? de verdad que doy esa imagen?