jueves, 11 de diciembre de 2014

COGER LAS RIENDAS DE TU VIDA






Sumergido en una conversación con una amiga especial, hablo de esta peculiaridad, porque hay amistades que son elegidas por el simple hecho de que son "auténticas". No hay nada que demostrar, nada que cambiar, ni nada que perdonar. Cuando se genera una relación tan especial como esta, no hay hueco para las dudas, los celos, o las comparaciones. Ese es el motivo por el que generalmente tenemos tantos conocidos y tan pocos "elegidos". Amigos adoptados para la confidencia, las risas, los buenos y los malos ratos, y sobre todo, para no tener que dar explicaciones. Ya me lo argumentaron una vez, y hoy intento aplicarlo: "No des explicaciones, tus amigos no las necesitan y tus enemigos no las merecen". 
El caso es que durante la charla, hablamos de las personas que son capaces de anular a las otras. Algo de lo que nadie escapa. A veces pasivo, a veces activo. Consciente o inconscientemente. 
Desde mi experiencia, lo que pude aportar a esa plática, es lo vivido y lo que considero que me ha ayudado a ver la vida desde otro prisma. Estimo que no te ama quien por quererte cree que le perteneces. Quien intenta paralizarte, anularte y convertirte en un ser insignificante, despreciarte, insultarte o gritarte. Quien intenta borrar tu sonrisa, quien pretende secar tus lágrimas porque les incomoda, a sabiendas, que éstas ayudan a vaciar emociones encapsuladas. Quien intenta prohibirte el entrar y salir, vestir o vivir de la forma que tú has elegido. Quien intenta obligarte a hacer cosas que tú no quieres hacer.
Aunque en el fondo, somos nosotros quienes no nos amamos, cuando dejamos la responsabilidad de nuestras decisiones, de nuestra vida a otro. 
Nadie te pertenece. Tú no le perteneces a nadie. Si partimos de esa base, lideramos nuestra vida cuando nos hacemos responsable de ella.
No soy un artista de la reflexión pero me encanta, ni tampoco de las metáforas, pero me atrevo a compartir contigo una que detalla cómo debemos, si queremos coger las riendas de nuestra vida. "Imagina esta, como un viaje por mar. No podré controlar los vientos, ni si me ha tocado vivir en un periodo de tormenta o de calma. Pero si que puedo orientar las velas de mi barco para que me lleven al lugar deseado. Si el viento y las condiciones son propicios, y soy hábil en el manejo de mis velas, seguro que llegaré allí, donde me proponga. Si dejo que sea otro quien maneje mis velas, corro el riesgo de no llegar al lugar que proyecté.
Cuando te decides y te arriesgues a ser dueño de tu propia vida sin delegarla en nadie más que en ti, ocurre que que a pesar por un posible fracaso, el frenesí de lo incierto y las infinitas posibilidades te hacen volar en un mundo lleno de sensaciones poderosas. Eso es vivir, sentir...
Tal como decía Charles Chaplin: " Sé tú, e intenta ser feliz, pero sobre todo, sé tú".


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