lunes, 23 de marzo de 2020

LA INFIDELIDAD

Personalmente, considero que la infidelidad es la vulneración de la confianza en la pareja, ahí donde se destruye el compromiso, los pactos, la intimidad…
Existen dos tipos de infidelidad y en ambos casos, la infidelidad surge fruto de una insatisfacción personal. Esto es, un sentimiento de infelicidad con la propia vida, con uno mismo.
1. La sexual.
Basada en el deseo sexual es la explicación más recurrente. Nuestra libido, el deseo incontrolable, que nada tiene que ver con el enamoramiento, conforman esas situaciones donde ciertas personas dan el paso y cometen la “traición”. Otras personas en cambio, a pesar de ser conscientes de la atracción sexual, dan más valor al “pacto emocional” hecho con la pareja y no llegan a cruzar esa línea.
2. La emocional.
A día de hoy, en un mundo cada vez más “en línea y conectado”, son muy comunes este tipo de infidelidades. Basadas en el componente emocional. Hay veces en que iniciamos una relación con alguien que llega a niveles más íntimos y cómplices que con nuestra propia pareja.

En una de muchas conversaciones que tengo con una buena amiga y psicóloga de profesión, hablamos sobre el hecho de contar u ocultar la infidelidad a la pareja. Su respuesta me pareció tan honesta e íntegra que la dejo plasmada aquí: “Cuando dos personas se eligen para compartir, renuncian al derecho de ocultarse por adquirir un compromiso de dos”.
Para cerrar este delicado tema, dejo una frase de Walter Riso: «La infidelidad no solo es engañar o quebrantar un código moral, es lastimar, herir y destruir al semejante».

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