viernes, 8 de abril de 2022

LA SOLEDAD ELEGIDA: "EL PLACER DE ESTAR CON UNO MISMO"

Es sabido, que el ser humano desde que nace necesita de “otro” para poder sobrevivir, y quizá de ahí, se propague ese latente miedo a la soledad por todo nuestro ser. Hablamos de los patrones de apego aprendidos en la infancia. En la vida, muchos cuando son invadidos por un problema, camuflan la soledad consciente o inconscientemente rodeándose de personas que, al final, no les aportan nada o solo ese momento de ”anestesia” que les proporciona un letargo que significaría no hacerse cargo de su situación a solas. Es más fácil, mucho más cómodo evitar habitar ese lugar, que adentrarse en él profundamente. En esos casos, los demás solo ayudan a esquivar en compañía… No hablo de que la compañía sea insana. Todo lo contrario. El apoyo de los demás es muy importante, un valioso recurso. De hecho, aunque pueda parecer contradictorio, tener un fuerte apoyo puede hacer que seamos más eficaces a la hora de lidiar con nuestros propios problemas, con nuestros propios "demonios". Sin embargo, en determinados momentos de nuestra vida, la soledad elegida es necesaria. Sea para aclarar mente o “corazón”. Nos ayuda a amueblar nuestra “casa”, a reordenar los espacios, y sobre todo, encontrar respuestas a preguntas que por el trajinar diario y las confrontaciones de la vida, no podemos descifrar. Conversar con nuestra alma, recorrer los deshabitados caminos de nuestro propio mundo interior, cohabitar con nosotros mismos... eso solo nos lo puede proporcionar la "soledad elegida". Y cuando uno se permite transitar ese camino, se permite disfrutar del placer de estar consigo mismo, es posible que empiece a disfrutar de su intimidad, que valore el silencio y, con el tiempo, quizás hasta desarrolle la capacidad de ejercitar su vista para ver lo que no veía, atender los sonidos para escuchar lo que no oía y, algo más hermoso todavía; verse y escucharse a sí mismo. Gustave Flaubert dijo: "La soledad enseña a no someterse a cualquier compañía".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bonito ❤