martes, 2 de diciembre de 2025
EL AMOR EXPRÉS
El "amor exprés" es ese tipo de relación que florece de forma rápida, basándose en brotes superficiales más que en el conocimiento real entre dos personas. Suele darse en un campo poco fértil (suelo poco arenoso, pobre en minerales), es decir, en las distintas aplicaciones de redes sociales donde todo va muy rápido: likes, mensajes intensos, etc...
Hoy día, gobierna esta forma de conocer personas por la comodidad, la rapidez e incluso, porque te abre un abanico enorme de personas que, de otra forma, difícilmente te cruzarías.
Y aún con este potencial para conocer personas, es cierto, que es mucha la insatisfacción que oímos en las mujeres al querer formar una relación de pareja con un hombre y también se alza la voz en el género masculino. En gran medida, se debe a que coincidimos (no conectamos), con los demás a velocidad de "fibra óptica".
Una búsqueda imperiosa de encontrar a esa persona que queremos para nuestras vidas (intimidad, compromiso, apertura, confianza, vínculo afectivo, comunicación, experiencias compartidas, proyectos en común y el deseo de crecer juntos), y que creemos que le dará sentido a nuestra existencia. Y hoy día, las "redes sociales" aumentan la velocidad de la corriente, para llenar un vacío que colmaremos pagando con unos intereses muy altos: "Constante vaivén de emociones, desilusión frecuente, inexistencia de proyectos sólidos, mentiras, perfiles falsos e incluso posibles infidelidades".
Nos olvidamos que nos unimos con los demás de forma "honesta", cuando sintonizamos en la misma frecuencia: "sentir seguridad con la otra persona, comunicación íntegra (aunque sea incómoda), respeto, afecto, apoyo, libertad con confianza, validación emocional, y ante todo; mutua admiración. Y todo esto se puede gestar desde una Red Social, no podemos obviar la realidad que hoy marca el algoritmo del día a día.
Pero sucede, que quien no vibra de forma semejante a la nuestra, lo soltamos rápidamente; y, si no lo hacemos, es porque, bajo las supuestas diferencias, nos une al otro una dependencia que se retroalimenta (relaciones yonki-camello).
Puede que no siempre sea fácil y rápido encontrar a alguien que nos acompañe y nos complemente en la vida, pero esa dificultad, se debe a que tendríamos que elegir a la otra persona para formar pareja siendo más conscientes.
Todo este proceso es una invitación para darnos cuenta de que, nuestra energía deberíamos canalizarla en la conexión sana con el otro; y, sobre todo, con nuestros propósitos: "el horizonte de ese viaje y la compañía".
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