sábado, 19 de abril de 2025
LA ATRACCIÓN
Para crear una relación íntima con otra persona, nos tiene que atraer. Nos tiene que gustar lo que vemos, lo que escuchamos, lo que la otra persona es... No todo, pero nos tiene que gustar.
La atracción genera intimidad e intimar con alguien, requiere; apertura, confianza, vínculo afectivo, comunicación, experiencias compartidas, proyectos en común y el deseo de crecer juntos...
Este deseo, no tiene que ser necesariamente físico. Puede atraer su manera de hacer las cosas, su pensamiento, su corazón. De hecho, existen varios tipos de atracción.
La atracción siempre facilitará la conexión con el otro y motivará el interés en éste. Si esto sucede, la atracción aumentará. Por lo tanto, se abren las puertas para que pueda darse una relación íntima y un proyecto en común.
Existen varios tipos de atracción:
Atracción romántica: Es el amor en su máxima expresión, pues provoca deseo de proximidad, afecto, admiración y pasión.
Atracción sexual: Es la más carnal, despierta el deseo de un mayor contacto físico y por lo tanto: sexual.
Atracción de amistad: Se aleja de la sexual y de la romántica, uno busca compartir otra forma, otras cosas lejos del componente de la libido.
Atracción sentimental: Se trata de personas que despiertan intensos sentimientos, aunque no de carácter romántico ni sexual.
Atracción intelectual: Está relacionada con el deseo de conocer a alguien a quien le parece inteligente e interesante, que puede aportar un gran conocimiento gracias a su cultura.
Atracción estética: En este caso, el otro genera admiración por su estilo, su aspecto o su forma de expresarse.
Este tipo de atracciones es lo que llamamos: "química" (atracción que sienten dos personas que se sienten mutuamente).
Por tanto, se puede decir que para que dos personas intenten comenzar una relación, tiene que haber atracción entre ellos.
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