sábado, 30 de enero de 2010

DARSE UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD


Cuando uno decide “darse” una segunda oportunidad, tiene ante sí, un trabajo arduo de replanteamientos y de autocrítica. El hecho de añorar situaciones pasadas es una razón para no pisar el acelerador y quedarse anclado al pasado. Normalmente lo que se “echa de menos” es lo conocido ya que es el terreno en que nos sentimos a gustos y seguros.
En el caso de un preso que ha cumplido condena y vuelve a “pisar la libertad”, no tardará en darse cuenta de que la transición de estar preso a estar libre conlleva serios desafíos personales y altibajos emocionales. Al principio, como es normal, valorará la libertad mucho más que antes, pero la parte de este difícil cambio es el “reajuste” que debe aplicarse para definir un plan de vida con mucha diferencia a la “estructura” que le han marcado en prisión –donde constantemente le imponen lo que tiene que hacer.
Quizá la segunda oportunidad más difícil, es la de vivir “superando” la adicción a las drogas, porque desde mi modesta opinión es una “prisión auto impuesta. Mantenerse fuera de esa cárcel es una tarea ardua. Es un callejón aparentemente sin salida, sin embargo, son muy pocos los que “encuentran” la puerta trasera que les ofrece la posibilidad de retomar la TRANQUILIDAD DE SUS RUTINAS. Una vez se haya superado la parte más complicada: la desintoxicación, la rehabilitación… lo mejor para evitar una recaída es salir del lugar de procedencia y alejarse de las malas influencias. Evitar verse con los “habitantes” de este mundo cruel y pasear por la vida intentando encontrar un nuevo “planeta” en esta galaxia.
Otro y quizá el más común de los casos, es el del “amor”. El amor es la esencial virtud del ser humano y muchas veces lo que nos mantiene con sentido en la vida. Es muy importante en este lance que ambos intérpretes estén de acuerdo. Aceptar los errores del pasado sin quedarte anclado en él. Lo más importante es saber que “darse una segunda oportunidad” no es retomar las cosas donde se quedaron: porque es una nueva oportunidad de crecimiento, de cambio.
Aunque como cristiano no exclusivista, ya lo he anunciado en textos anteriores no me privaré de leer uno de los mejores libros que cohabitan con nosotros en nuestra vida: La Biblia. Un pasaje más de este grueso ejemplar no me dejó indiferente pudiendo descifrar: Job 14:7 "porque si el árbol fuese cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán. Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo, al percibir el agua reverdecerá, y hará copa como planta nueva".
Darse una segunda oportunidad es tener fe en ella, aunque muchas veces tengamos que agarrarnos a una fuerza externa para superar cualquier obstáculo, aún sabiendo, que la mayor fuerza para solventar las adversidades está dentro de nosotros. Pero como irse a los extremos siempre puede crear una “adicción”, soy partidario de compartir ideologías si nos ayudaran a superar cualquier adversidad, y así, “darnos una segunda oportunidad”.
¿Estás dispuesto a darte una segunda oportunidad aunque fuese a consta de una fuerza externa?

4 comentarios:

Namaskar dijo...

Lo primerito de todo mi niño: FELICIDADES, en este caso dobles, una por ser tu cumpleaños (mis mejores deseos de PAZ y FELICIDAD para ti mi niñito lindo, con tus “…taytantos” años  jajaja!!), y mi segunda felicitación, por este hermoso post.
DARSE UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.. en realidad la vida se compone de eso no Ale?? Y me refiero a todos y cada uno de los aspectos de ella, o al menos así lo veo yo. Cuando uno decide por “segunda vez” (o tercera, o cuarta o…) DARSE la oportunidad de *darse* a él mismo, o *dar* a alguien otra oportunidad lo más importante es que lo hagamos desde la madurez de aceptar y reconocer tanto el aprendizaje como la enseñanza del “fracaso” de la vez anterior y trabajar sobre los cambios que se estén obrando para que ese antecedente marque esas diferencias que nos hagan evolucionar y no volver a tropezar al menos ante más de lo mismo. Todos cometemos errores, (y siguiendo tu alusión a la Biblia, deberiamos perdonar hasta 70 veces 7, es decir: siempre!!) y.. aunque el darnos otra oportunidad depende de muchos factores, lo más importante es que seamos capaces de PERDONAR y deseemos con total convencimiento y exclusividad nuestra dar esa oportunidad: ni por nada, ni por nadie más que porque nosotros así lo sentimos y queremos.. que NO SEA POR acceder porque sea lo más correcto o lo que se espera de nosotros (socialmente hablando) o por complacer a alguien (chantaje emocional) pues no hay mayor error que NO escucharse y NO ser fiel a uno mismo, pues al final es lo único que vale y sale adelante (evitemos en la medida de lo posible mi niño, errores repetidos a conciencia!!). Respecto a darme esa segunda oportunidad “agarrandome” a una fuerza externa.. te diré mi querido Amigo que efectivamente no hay que ser extremistas, ni inflexibles, y según que fuerza fuera esa tal vez lo haría pero y..soy de las que opino que ninguna dificultad nos debe asustar, hemos de ser y hacernos fuertes y hacer de estas dificultades desafios y motivos de mayor esfuerzo, y no verlas como amenazas que nos imposibilitan el camino. Ale, sé que es muy fácil decirlo, hablarlo, escribirlo…pero y, no es imposible y lo sabemos.. si nos preparamos para saber que comenzamos nuestra andadura y que nos vamos a encontrar en el camino con muchos tropiezos, y tenemos claro que muchos de ellos van a ser internos (aplicalo por ejemplo al tema de las drogas: malas influencias externas, poca comprensión…) y otros externos (falta de recursos, convivencia con amigos o compañeros de a pie poco responsables, …), e incluso algunos más personales y propios de cada uno de nosotros en particular según como cada uno seamos (cientos de prejuicios, oposiciones según a que, indiferencia, preferencias, resentimientos…) , podemos analizarnos y valorar como es nuestra actitud, pues el secreto de la vida NO ESTA en carecer de tropiezos y por tanto, no necesitar segundas o terceras oportunidades, sino en saber y ser capaces de reaccionar con reflejos positivos, encontrando pronto la estrategia adecuada para superar la dificultad por nosotros mismos, aceptando el riesgo y el esfuerzo, siempre estando dispuesto a luchar empleando LA PACIENCIA como escudo, y EL ANIMO POSITIVO como arma, sin refugiarnos en excusas, lamentos, quejas, ni ayuda rápida, fácil y dependiente de otros para que nos ayuden a salir de ahí porque nos cuesta aceptar y justificar los fracasos YA previstos, pues a veces los mismos obstáculos sirven de desahogo en personas que son vacilantes y/o dominadas por su gran fragilidad, y eso no les dejara evolucionar y hacerse del todo responsables. (sigue)

Namaskar dijo...

(continuacion) Me encantó el video Ale, bufffffffffffff, brillante de principio a fin: “EL MUNDO NO ES TODO ALEGRIA Y COLOR, es un lugar terrible, y por muy duro que seas es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente SI TÚ NO SE LO IMPIDES!!!, ni tú, ni yo, ni nadie GOLPEA MÁS FUERTE QUE LA VIDA!!! Buffffff!!!, pero no importa lo fuerte que golpeas, sino LO FUERTE QUE PUEDAN GOLPEARTE Y LO AGUANTAS MIENTRAS AVANZAS!!! HAY QUE SOPORTAR SIN DEJAR DE AVANZAR, así es como se gana… No puedes estar diciendo que no estas donde querías llegar por culpa de él, o de ella,.. eso lo hacen los cobardes, Y TÚ, NO LO ERES!! Tú eres capaz de TODO!! Yo te querré en cualquier situación, pase lo que pase…“ Buffffffffffff Ale, que rico, e idem!! Darse una segunda oportunidad?? Siempre!!! Mi niño, mil besos, mil abrazos.. mil deseos!! 

Anónimo dijo...

El anochecer nos invita a recapacitar, con el final del día llega el momento de hacer balance, y cada nuevo amanecer, cada nueva jornada es una segunda oportunidad para rectificar, para mejorar, para hacer aquello que nos ha quedado pendiente el día anterior. En tu escrito haces referencia a grandes cambios, a situaciones extremas que incluso van a necesitar del apoyo de una fuerza ajena a nosotros mismos. Pero creo que la vida está repleta de segundas oportunidades que dejamos pasar por no ser conscientes de ellas, por la rutina, por hábitos adquiridos. Yo estoy seguro que puedo hacerlo mejor, que puedo tener más calma y comprensión con los que me rodean, que puedo ser más paciente, más comprensivo y más agradable...y tengo una segunda oportunidad, mañana...
Me he permitido pasearme por tu blog, por el año 2009, por ese verano tan prolífico. Me he detenido en algunos escritos, sobretodo aquellos en los que haces referencia a los niños, esos niños que me ocupan y preocupan cada día, a los que me debo y que son la causa principal de mis propósitos nocturnos, mis hijos.
Gracias por tus escritos, Alex.
Un saludo. Javier.

Anónimo dijo...

Estupendo texto. No he encontrado una sola reflexion con la que no esté de acuerdo.
Un abrazo