lunes, 13 de julio de 2009
UN MAL NEGOCIO?
Un joven le preguntó una vez a Dios cuánto significaba para El un millón de años.
Dios le respondió:
-Para mí un millón años es como un segundo de tu tiempo.
Entonces el joven le preguntó a Dios que significaba para El un millón de euros.
Dios respondió:
-Para mí un millón de euros es como un céntimo de euro para ti.
Entonces el joven se llenó de valor y le pidió:
-Dios, ¿podría darme uno de sus céntimos de euro?
Dios sonrió y le respondió con cariño:
-Ciertamente, espera un segundo.
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