jueves, 16 de julio de 2009

EL TIBET


EL TIBET


Desde tiempo sin principio, el atardecer enciende el cielo del Tíbet. Cuando el crepúsculo gana la cima de las montañas de nieves perpetuas, el color púrpura invade el firmamento y cubre de melancolía la mirada de quien lo contempla. Los jirones de las nubes se tiñen bajo una luz cambiante de tonalidades de asombro. Apenas se alarga unos instantes y, sin embargo, la maravilla de ese momento permanece para siempre en el recuerdo. No existe ningún otro lugar donde, por causa de la altura, los colores sean tan luminosos ni la atmósfera tan transparente, ni la luz tan intensa…más que en el Tíbet, el techo del mundo.
En el Tíbet, la atmósfera comparte junto a las montañas más altas del mundo gélidos vientos con cálidos relatos humanos y espirituales. Allí donde las palabras parecen perderse en lo más supremo y profundo, perdura aún el conocimiento, y la sabiduría descansa en cada rincón.
El Tíbet presenta todas las maravillosas características de una tierra idónea para la meditación, el crecimiento personal y la búsqueda interior del ser humano.
Gracias a sus 4.875 metros de altura, también es conocido como “El Techo del Mundo”, aunque en ocasiones algunos místicos se refieren a él como “La Cuna de la Sabiduría y la Meditación”.
Debemos destacar que el Tíbet se halla entre Kuenlun (al norte) y el Himalaya (al sur) constituido por una gran meseta, donde sus montañas, son un lugar de peregrinación para los alpinistas. Los cuales desean ascender al inalcanzable monte Everest, con 8.848 metros de altura.
Tíbet poblado por 14 millones de habitantes, repartidos entre los chinos, famosos por su invasión al país de la espiritualidad, y tibetanos. Su capital, Lhassa es a día de hoy la ciudad centro de actividades religiosas, políticas y comerciales.
Hoy, la Región Autónoma del Tíbet es una famosa zona budista, donde casi todos los habitantes creen en el lamaísmo. El “lamaísmo” viene de la palabra “lama”, nombre con que se designa a los monjes de amplios conocimientos y respetables virtudes de carácter moral. Dichos monjes están obligados a llevar una vida laica en relación al “Kangyur” (las enseñanzas de Buda).
Actualmente en cualquier rincón del Tíbet se puede percibir el denso ambiente del budismo. Existen abiertos para los visitantes más de 1400 templos budistas. Santuarios donde podemos almacenar en los pulmones incienso, hacerlo llegar a nuestra mente y así depurar los pensamientos contaminados.
El Techo del Mundo, El Tíbet, tierra contagiosa de espiritualidad y misticismo, recomendada a todos aquellos que estén invadidos por dudas existenciales…y sean capaces de atreverse a iniciar un viaje a su interior místico, espiritual, valiente y sincero, fuera de las coordenadas sociales del mundo moderno.

2 comentarios:

Unknown dijo...

hola, me ha gustado mucho lo que has escrito sobre el tibet.es un lugar que siempre me ha gustado y mi sueño es viajar algún día.tu has estado allí?me gustaría saber mas y que me contaras como fue tu viaje.gracias

maría

P.D.: encontré tu pagina por casualidad,pero me voy a quedar con ella, me parece muy interesante.

Alexis Rodríguez dijo...

UN PLACER TENERTE CERCA... GRACIAS POR DARME TU OPINION...
UN BESO