martes, 11 de agosto de 2009

PERDER LA CABEZA...


Obsesionarse, preocuparse de manera exagerada no sólo no conduce a nada bueno, sino que además produce un gran malestar con uno mismo. La persona obsesionada, preocupada, tiene un predominio del lado intelectual sobre el emocional; vive más en su cabeza que en sus sentimientos. Es como si todo lo que llegara a la mente de estas personas fuera importante y digno de tener en cuenta, mientras lo que llega a su corazón es desechado. A nivel mental estas personas son poderosas, tienen una energía mental desbordante, pero, por desgracia, no saben cómo utilizarla o la usan de manera incorrecta. No permitas que tu corazón haga caso a tu cabeza y sigue latiendo…

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