viernes, 28 de agosto de 2009

EL VIAJE A LO DESCONOCIDO.


Mi amigo Pedro Fleitas dedicaba unas palabras a un amigo y alumno suyo. Hacía mención especial al párrafo de la canción de Amigos de Ginés: “cuando un amigo se va algo se muere en el alma” y añadía que en su alma algo empezaba a marchitarse. Entendí el mensaje que a todos quería hacer llegar Pedro con sus letras. Se sentía mal, pierde a un ser querido. Y le deseaba un buen viaje a la persona que emprende la marcha de esta vida terrenal.
Desde mi humilde perspectiva, pienso que cuando un ser humano inicia ese viaje de ida, sólo embarcará con lo vivido, es decir, se llevará lo disfrutado. Hago memoria y recuerdo la letra de la canción de Rosana (Llegaremos a tiempo) “la vida son dos trazos y un borrón”.
Disfrutar viene de "fruta", el prefijo "dis" tiene significación intensiva. De modo que "disfrutar" es "gozar de una cosa agotando sus frutos y esquilmándola sin cuidarse de su conservación". No hay quien no desee disfrutar de la vida, lo desea incluso quien piensa que vivir es un asco. Sucede que no sabe disfrutarla o no está dispuesto a pagar el precio justo y asequible, o no sabe en qué consiste disfrutar.
“¿Cómo deseas morir?” –Viva! Es la respuesta que siempre le oigo a mi querida amiga Marta cuando hablamos de este tema tabú. Me deja reflexionando, tiene razón, no quiero morir MUERTO. Deseo vivir todo con los cinco sentidos y los poros abiertos…
Cuando nos preguntamos qué es la muerte, hay una respuesta común para nuestra mente: el fin de la vida. Es difícil para el ser humano enfrentar el pasaje de esa línea invisible que tanto misterio conlleva. Es impactante ver como un ser querido permanece en la quietud permanente, que su temperatura corporal baje hasta desaparecer y de quien ya no podremos obtener ninguna respuesta. Para la mente humana la muerte es una realidad bastante difícil de entender, y peor aún, aceptar. Desde mi yo, sigo sin entenderla y dudo consiga aceptarla.

6 comentarios:

Karol_a dijo...

ES BUENÍSIMO este post, has dicho lo que querías decir perfecyamente narrado, es la forma sin duda, a mi me ha afectado, máximo que hace solo un mes que he perdido a una amiga que más bien era una hermana pequeña con tan solo 18 años recién cumplidos, nunca lo aceptaré y jamás lo comprenderé. El dolor no tiene forma ni peso ni creo que haya palabras para expresarlo, el mío, es como el infierno, y su peso es mayor que todo mi cuerpo y su efecto ha tapado la esencia completa de mi alma.
Me he comido este escrito.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

La muerte es la gran incógnita que nos subyuga y nos preocupamos de disfrutar y alargar la vida lo más posible, pero a mi me preocupa qué consideramos que es disfrutar y a costa de qué lo hacemos,quizás al final nuestras valoraciones sean pensadas como errores...Por eso quiero pensar en anteponer el disfrute a qué no quiero llevarme como error si fallezco mañana...quiero mi maleta vacía de pesares por relaciones personales inadecuadas.Mi espejo retrovisor limpio y nítido.¿Lo conseguiré?Veremos al final..
Mil besos y mejor camino de vida para tod@s

Alma Mateos Taborda dijo...

Magnífico post!!Ha sido un placer descubrirte. Felicitaciones! Te sigo

Lorena Navarro dijo...

Querido Alex, nunca creí que yo iba a afirmar que existen cosas que no lían con la razón, situaciones, en las que por mucho que reflexionemos no encontraremos "la calma". El dolor, el vacío, la tristeza que invade el alma cuando un ser querido se marcha no es comparable a nada. No somos capaces de "ver" nuestro cuerpo como algo meramente material, no estamos educados para ello, sin embargo, a medida que envejecemos, nos deterioramos como cualquier objeto y cuando llega el momento de partir, realmente lo único que queda de nosotros es lo que dimos a los demás. Gracias por compartir. Un verdadero HONOR sentirme como una humilde correctora. Gracias. Lore.

Namaskar dijo...

Querido Ale, son ya varias las veces que me he tenido que enfrentar a ver como personas importantes para mi abandonaban este mundo terrenal y como los que aquí nos quedabamos, entrabamos en un proceso de duelo y asimilación diferente, pudiendo observar y valorar como influye en ello nuestra personalidad, los valores que cada uno de nosotros sustentamos y el como sea nuestro conocimiento espiritual (y digo conocimiento y no simple creencia).
La vida es un continuo fluir, donde el apego y la posesión como tal de personas, ideas y-o cosas es algo falso y no nos hace otra cosa más que daño. Por consiguiente, al aceptar la NO PERMENENCIA, disminuye nuestro apego y el consiguiente dolor por las pérdidas y ganamos en PAZ y sabiduría, y aunque el sufrimiento siga existiendo como parte de la vida, somos nosotros los encargados de transformarlo y convertirlo en experiencias plenas. Se que resulta difícil de conseguir sobre todo cuando hablamos de este tema pero y..es posible Ale! Al igual que somos nosotros los que deberiamos desear vivir la vida en lugar de dejar que la vida nos viva a nosotros y para ello mi querido Ale, debemos empezar por aceptar la muerte como una gran maestra que continuamente nos susurra al oído: "Carpe diem", viviendo la vida en el AQUI Y AHORA, sin dejar situaciones POR VIVIR o para “mañana”, pues no sabemos que llegará primero, si la muerte o el próximo día. De esta forma, el no saber en que momento ha de llegarnos el momento último, evitamos por un lado el dejar asuntos pendientes y por otro lado, buscamos mantener una COMUNICACIÓN plena y sincera con quienes y con lo que nos rodean, expresando en forma CONTINUA un profundo respeto y amor por todo y todos!!!
A continuación, te dejo una reflexión que un día en una situación así llegó a mí en forma de palabras escritas por un muy buen amigo mío y que en cada situación de esta índole que me ha tocado vivir he ido aceptando y entendiendo un poquito más: "El temor a la muerte, señores, no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe. Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo le teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males". Mil besos capullin, diez mil, como siempre un placer. Hasta la próxima!!

yo calpurnia dijo...

hola
La muerte es lo que da a la vida el valor de vivir. No duele la muerte, sino el dolor reprimido, el llanto no llorado, la alegría no compartida, el amor no amado.
Todos sabemos cómo es o qué produce en nosotros “que se mueran” o “que se haya muerto”. Con cierto alivio, como dice Epicuro, podemos decir que no coexistiremos con la propia muerte de uno… ¿o quizás sí? Supongo que lo peor de todo es estar muerto en vida.Esto último sí que me parece terrible.

(me ha encantado la selección musical de tu blog)

besos